La Comunicación Política como disciplina emergente, conjuga una versión científica junto con una versión aplicada a la acción política. Representa las dos caras de una misma moneda: La Ciencia Social.
En otras palabras, la Comunicación Política – en la medida en que pretende estudiar el intercambio de signos, señales o símbolos entre personas, organizaciones e instituciones – tiene como objetivo, como todas las ciencias sociales, entender el comportamiento humano.
En este sentido, y en tanto en cuanto la Comunicación Política se constituye como ciencia interdisciplinar que bebe de otras ciencias sociales como la Psicología, la Sociología o las Ciencias Políticas; la sección de La Comarca Política se constituye como un espacio singular dentro de La Comarca Científica, donde analizaremos los entresijos de la opinión pública a partir de lo que vemos, oímos y leemos.
Temas de Comunicación Política
¿Qué es la Comunicación Política?
Existen muchas definiciones de este término que diseccionamos en La Comarca Política y de las que podemos destacar:
- Robert Meadow, en “Politics as Communication” [La Política como Comunicación”] de 1956. Define la Comunicación Política como “el intercambio de símbolos y mensajes que […] han sido compartidos por, o tienen consecuencias para, el funcionamiento del sistema político”.
- Por otra parte, el profesor francés de ciencia política, Jacques Gerstlè, describe la Comunicación Política como un conjunto de procedimientos y de técnicas que los actores políticos – y en particular los gobernantes – poseen para “atraer, controlar y persuadir a la opinión pública para hacer o no hacer algo”.
- Pero sin duda alguna, en La Comarca Política nos quedamos, por integradora y holística, con la definición que dan Eulau, Eldersveld y Janowitz en “Political Behavior”,1967 [Comportamiento Político] y que presentan la Comunicación Política como “un campo esencial, emergente y mediador, dentro de las ciencias sociales“.
Pero es también importante definir que no es la Comunicación Política. La Comunicación política no es la política. No obstante, la política se produce en la comunicación. Dicho de otra forma, actuar y comunicar son dos caras de la misma moneda.
La política se produce en la comunicación.
Actuar y comunicar son dos caras de la misma moneda.
Por otra parte, y del mismo modo que la Economía no es visionaria, ni la Sociología adivinadora, ni las Ciencias Políticas la panacea de la previsión electoral; la Comunicación Política por si sola tampoco es sinónimo de éxito electoral. Es una herramienta más que, sólo a través de un trabajo multidisciplinar, puede garantizar el cumplimiento de sus objetivos. La comprensión de los aspectos de la cultura política de la sociedad donde se pretende implementar una estrategia comunicativa es esencial para el acierto político.
¿Por qué es importante planificar la Comunicación Política?
Durante los 15 días que dura la campaña electoral en España, los candidatos políticos irrumpen en la vida de los ciudadanos con todo un repertorio de herramientas comunicativas que van empleando en función del discurso político de los adversarios, del pronóstico en las encuestas políticas y las encuestas electorales. Pero emplear el marketing político durante los 15 días que dura la campaña, es una pérdida de recursos y muchas veces contraproducente, si no existe una estrategia política previa que vertebre todas las acciones.
En la actualidad, el cara a cara en la calle – pero también el formato audiovisual y las redes sociales – se imponen frente al clásico mitin, los folletos o la cartelería; por lo que la figura del Director de Comunicación debe ser la de un experto interdisciplinar. Como el director de una orquesta, deberá controlar que todos los instrumentos funcionen al unísono y que ninguno de ellos desafine. Dicho de otra manera: para que una campaña electoral funcione correctamente, el conocimiento del DirCom deberá abarcar muchas areas de las ciencias sociales. Por ello, la comunicación política es tan importante, en tanto en cuanto es la traducción de un trabajo multidisciplinar.
La comunicación política es importante en tanto en cuanto es la traducción
de un trabajo multidisciplinar.
No obstante, planificar la Comunicación Política en periodo de campaña electoral es fundamental. Es necesario articular un plan de comunicación que segmente el discurso político según los diferentes estratos poblacionales (culturales y/o económicos). En última instancia, en la campaña electoral se pretende transmitir el mensaje del partido o del candidato, algo que genere impacto y que pueda ser fácilmente recordado por los votantes que hayan sido segmentados previamente. Y esto va mucho más allá del programa electoral que por regla general no suele ser leído o leído con la atención que requiere.
En definitiva, planificar la estrategia comunicativa necesita de muchas horas de estudio y de un amplio conocimiento social. De poco sirve una buena campaña electoral de dos semanas si ésta no responde a una estrategia bien orquestada. Del mismo modo, los slogans corren la misma suerte: Son importantes, sí. Pero deben obedecer a un conjunto de acciones armonizadas que demuestren que lo realmente importante del lema es lo que hay detrás.
El Crecimiento del Sector Comunicativo
Los gabinetes de comunicación y la preocupación por la imagen política de partidos y candidatos está en constante evolución. Tras el nacimiento de Internet, son cada vez más los canales comunicativos por los que la imagen de una organización o persona física puede verse alterada: redes sociales, blogs, periódicos digitales, canales de YouTube, streaming, y un largo etc. Todo queda registrado en esa inmensa “nube” y un pequeño desliz en una declaración puede lanzar por tierra los frutos de un buen plan comunicativo.
Redes Sociales y Política
Así pues, el uso de las redes sociales ha obligado a los equipos de campaña a renovar metodologías y a reflexionar sobre posibles alternativas a las estrategias políticas tradicionales. El mensaje unidireccional y el partido/candidato como centro de la comunicación dan paso al diálogo y a la participación ciudadana, además de cederles protagonismo a los ciudadanos que demandan una comunicación más humana. Ahora, los partidos políticos pueden generar comunidades alrededor de sus organizaciones y candidatos y recibir el feedback de los mensajes lanzados de inmediato. Pero al mismo tiempo, si no se hace un buen uso de las redes sociales en la comunicación política, también pueden verse incrementadas las posibilidades de cometer graves errores.
Imagen y Política
Todo el crecimiento del sector comunicativo va conjuntado. A las redes sociales le sigue el avance en la tecnología visual, a través de las fotos y los vídeos de alta resolución, que tienen la misión de capturar cada detalle de la vestimenta de los candidatos, de sus palabras, de sus gestos e intervenciones en los medios, de las emociones en los mítines y eventos. También se suman los diseñadores gráficos y su tarea para construir un buen branding, a través del color o incluso la tipografía de la letra de cada folleto, cartel o decoración. Todo implica una profunda especialización combinada estratégicamente para transmitir el mensaje de manera sólida, eficaz y llamativa y que conecte de lleno con el imaginario del votante.
Gabinetes de Comunicación Política
Y es que hace no tantos años, tan solo existían los llamados gabinetes de prensa. Pero hoy en día los gabinetes de comunicación e imagen, a parte de redactar notas de prensa y mantener una relación con los medios de comunicación; realizan también estudios de marketing y análisis de medios, diseñan estrategias comunicativas, discursos, argumentarios o materiales audiovisuales para las redes sociales y las páginas web. Los gabinetes de comunicación ya no están escondidos dentro de las oficinas, sino que ocupan un lugar central en las corporaciones. Son el centro de la actividad política y cualquier decisión tomada por la organización debe pasar por el gabinete de comunicación para traducirla y encajarla en el mejor marco posible de cara a convencer a los posibles electores. Todo ello a través del sistema mediático, los actos y las actitudes simbólicas.
Los gabinetes de comunicación ya no están escondidos dentro de las oficinas,
sino que ocupan un lugar central en las corporaciones.
Son el centro de la actividad política.
Los publicitarios, los expertos en marketing, los políticos…todos saben que el dominio del lenguaje es imprescindible para cumplir sus objetivos. Conectar con la gente sólo es posible cuando el mensaje se desenvuelve en los mismos marcos conceptuales que el público al que se intenta acceder. En última instancia, el crecimiento del sector comunicativo deviene de entender que lo explicado anteriormente se traduce en tener poder sobre el pensamiento. En otras palabras, las organizaciones políticas se han percatado de que el poder de la comunicación es el origen del poder político.
La Comunicación Política Local y Comarcal
En el día a día de los Ayuntamientos, pero también durante las elecciones municipales, el enfoque del plan de comunicación política cambia. Las reglas del juego son diferentes, y, mientras que podemos encontrarnos con algunas facilidades, por ejemplo, a la hora de marcar la agenda política; también es posible que nos enfrentemos a mayores adversidades a la hora de gestionar las crisis o los temas de urgencia que afectan a diversos municipios.
Por ello un Plan de Comunicación Política Comarcal es un punto de partida esencial para las organizaciones locales que deseen optimizar sus recursos. La vertebración de una estrategia comarcal permite mejorar el mensaje político, de manera que resulte claro y que conecte con el estado de ánimo de unos habitantes que comparten una estructura geográfica y cultural casi idénticas.
En última instancia, las Comarcas, como organizaciones territoriales cada vez más importantes, y las Mancomunidades como refugio de muchos Ayuntamientos pequeños que no disponen de recursos suficientes para satisfacer las necesidades de su población menguante y migrante hacía las grandes ciudades; son fundamentales para entender la comunicación política local y al mismo tiempo obtener buenos resultados en las elecciones municipales.